sábado, 23 de enero de 2010
II Liga Arkham Horror. Escenario 1: El árbol de la colina
Introducción al primer escenario de la II Liga Nacional de Arkham Horror en Edge Entertainment
"Al sur de Arkham, cerca del centro del bosque, se eleva una solitaria colina, escarpada y rocosa. La colina es demasiado escarpada como para que nadie, excepto el ganado trashumante, visite el lugar. Ninguna carretera comunica este lugar inaccesible con el mundo exterior, y los lugareños dicen que es un trozo del jardín de Su Majestad Satán trasplantado a la Tierra. Una leyenda local asegura que la zona está hechizada, aunque nadie sabe exactamente el porqué. Nadie se atreve a aventurarse en su misteriosa ladera. Las historias que cuentan los indios, antiguos moradores de la región desde hace incontables generaciones, hablan acerca de unos demonios gigantes venidos del Exterior que habitaban en estos parajes.
La mañana del 23 de junio me sorprendió caminando por el bosque. Me alejé siete millas hacia el sur de Arkham hasta llegar a la colina y entonces ocurrió algo inesperado. Estaba escalando por la pendiente, que se abría paso entre una maraña de malas hierbas, cuando llegué a una zona que se hallaba totalmente desprovista de vegetación propia de la zona. Se extendía hacia el sur, y pensé que se había producido algún incendio, pero, después de un examen más minucioso, no encontré ningún resto del posible fuego. El lugar estaba horriblemente chamuscado, como si alguna gigantesca antorcha hubiese asolado con todo. Y aun así seguía sin encontrar ninguna evidencia de que se hubiese producido un incendio... Caminaba sobre un suelo rocoso y sólido sobre el que nada florecía.
Mientras intentaba descubrir el origen de la desolación, me di cuenta de que en el lugar había un extraño silencio. No se veía ningún ave, ninguna liebre, incluso los insectos parecían rehuir la zona. Entonces me percaté del árbol solitario, se hallaba en la colina y contrastaba con la soledad del lugar. No era un pino, ni un abeto. Jamás había visto, en toda mi existencia, algo que se le pareciera; ¡y, gracias a Dios, jamás he vuelto a ver uno igual! Se parecía a un roble más que a cualquier otro tipo de árbol. Era enorme, con un tronco nudoso de más de un metro de diámetro y unas inmensas ramas que sobresalían del tronco a tan sólo unos pies del suelo. Las hojas tenían forma redondeada y todas tenían un curioso parecido entre sí. Podría parecer un lienzo, pero juro que era real.
Recuerdo que miré mi reloj, cuyas manecillas indicaban que eran aproximadamente las diez de la mañana. El día era cada vez más caluroso, por lo que me senté un rato bajo la sombra del inmenso árbol. Entonces me di cuenta de la hierba que crecía bajo las ramas. Otro fenómeno singular si tenemos presente la desolada extensión que era la colina. Tras un rato contemplando el paisaje, comencé a sentir una especie de modorra.
Me tumbé en la hierba que crecía bajo el árbol. Dejé mi cámara de fotos a un lado, me quité el sombrero y me relajé, mirando al cielo a través de las hojas verdes. Cerré los ojos. Entonces se produjo un fenómeno muy curioso, una especie de visión vaga y nebulosa, un sueño diurno, una ensoñación que no se asemejaba a nada familiar. Imaginé que contemplaba un gran templo sobre un mar de cieno, en el que brillaba el reflejo rojizo de tres pálidos soles. La enorme cripta, o templo, tenía un extraño color, medio violeta medio azul. Grandes bestias voladoras surcaban el nuboso cielo y yo creía sentir el aletear de sus membranosas alas. Me acerqué al templo de piedra, y un portalón enorme se dibujó delante de mí. En su interior, unas sombras escurridizas parecían precipitarse, espiarme, atraerme a las entrañas de aquella tenebrosa oscuridad. Creí ver tres ojos llameantes en las tinieblas de un corredor secundario, y grité lleno de pánico. Sabía que en las profundidades de aquel lugar acechaba la destrucción; un infierno viviente peor que la muerte. Grité de nuevo y la visión desapareció. Vi las hojas y el cielo terrestre sobre mí. Temblaba, un sudor gélido corría por mi frente. Tuve unas ganas locas de huir; correr ciegamente alejándome de aquel tétrico árbol sobre la colina; pero deseché estos temores absurdos y me senté, tratando de tranquilizar mis sentidos. Jamás había tenido un sueño tan vívido, tan horripilante. ¿Qué había producido esa visión?
Entonces tuve una idea. Saqué varias instantáneas del árbol para mostrárselas a Walter, seguro de que las fotos lo sacarían de su habitual estado de indiferencia. Abrí el objetivo de mi cámara y tomé media docena de instantáneas del árbol. Guardé la cámara y volví a sentarme sobre la suave hierba. Miré las curiosas hojas redondeadas y cerré los ojos. Una suave brisa meció las ramas del árbol, produciendo musicales murmullos que me arrullaban. Y, de repente vi de nuevo el pálido cielo rojizo y los tres soles. ¡Las tierras de las tres sombras! Otra vez contemplaba el enorme templo, sus cornisas inexplicables me aterrorizaban, y supe que aquel lugar no había sido jamás contemplado. Aquel inmenso portalón bostezó delante de mí; y yo era atraído hacia las tinieblas del interior. Vi el abismo, algo que no puedo describir en palabras; un pozo negro, sin fondo, lleno de seres innominables y sin forma, cosas delirantes, salvajes. Mi alma se encogió. Grité salvajemente, creyendo que enloquecería. Corrí, dentro del sueño corrí, preso de un miedo salvaje. Por fin pude abrir los ojos. Ya no estaba bajo el árbol. Yacía, con las ropas desordenadas y sucias, en el bosque. Reconocí dónde me hallaba: ¡era el mismo sitio desde donde había contemplado por primera vez toda aquella requemada colina! ¡Había estado caminando inconsciente! Incluso las perneras del pantalón estaban vueltas, como si me hubiese estado arrastrando parte del camino... Observé la posición del sol. ¡Atardecía! ¿Dónde había estado? Miré la hora en el reloj. Se acercaba a las 18:18...llegaba tarde a mi cita con Walter…"
Bueno, por fin jugamos este primer y duro escenario. La verdad es que al principio tuvimos algo de suerte con las cartas que iban saliendo pero según avanzaba la partida cambió completamente, llegamos a un nivel de estrés extremo pero después de 17 turnos conseguimos vencer, acabamos la partida a la primera y no tuvimos que repetirla como mucha gente de aquí dice.
Ahí os dejo la crónica.
Algo extraño iba a ocurrir, o estaba ocurriendo, en Arkham. La noche parecía más oscura de lo normal, las tenues luces no conseguían iluminar las calles de la ciudad y aparte una espesa niebla comenzaba a inundar todo el lugar.
Allí estábamos, Joe Diamond, Paul G. Red, Darrel Simmons Bernard Navas y Mandy Thompson. Las pistas que teníamos nos indicaban que, otra vez, Arkham iba a ser el lugar escogido, por algo que no conocíamos, ni queríamos conocer, para asolar el mundo y destruir a la humanidad. Sabíamos que esta noche era crucial, pero no sabíamos ni qué, ni donde, ni cuando iba a ocurrir, así que nos dispersamos por la ciudad.
Seguimos investigando las pistas que íbamos encontrando y estas mismas nos indicaban que puntualmente se abrirían portales hacia otras dimensiones, dimensiones que el ser humano no conoce y que si conociera se volvería loco tan solo con imaginar cómo serían, pero ahora no podíamos fallar a la humanidad, estábamos decididos a acabar con aquello que intentara destruirnos, o por lo menos intentar posponer sus planes, pero teníamos claro que hoy no sería el día en el que acabaría el mundo.
Por fin encontramos el primer portal, muy cerca de lo Innombrable, teníamos miedo, pánico diría yo, pero sabíamos que si no hacíamos nada moriríamos de todas formas así que, todavía no sabemos como, accedimos a ese otro mundo, al cabo de un rato y después de fascinarnos, o enloquecernos, con lo que había ocurrido, volvíamos a estar en Arkham, ahora era el momento, habíamos conseguido volver de otro mundo, un mundo irreal y paralelo, y sabíamos qué teníamos que hacer para que no volviera a aparecer. Gracias a las pistas que habíamos conseguido anteriormente, pudimos sellar ese maldito portal, los que hizo que nuestra autoestima aumentara, de tal forma que todo parecía estar tranquilo en Arkham.
No tuvimos mucha dificultad para encontrar otro portal en la Logia del Crepúsculo de Plata y conseguir sellarlo también. Ya dábamos por hecho que hoy no era el día, que el mal que intentaba llegar, se encontraría con las puertas cerradas y tendría que volver al sitio de donde salió, pero nos equivocábamos…
De repente, y sin saber de donde aparecieron una oleada de monstruos, tuvimos que salir corriendo de allí, pero el pobre Paul sucumbió a manos de una terrible Semilla Estelar, menos mal que pudimos sacarlo de allí para llevarlo al Hospital, pero nos tuvimos que dejar por el camino su motocicleta, el farol que nos alumbraba el camino y su inseparable derringuer.
Encontramos otro portal en el Bosque, el cual sellamos sin duda alguna, no queríamos que otra oleada de monstruos nos pillara por sorpresa otra vez, ya habíamos soportado una vez las consecuencias de aquella catástrofe y no queríamos estar por ahí otra vez cuando ocurriera, pobres ilusos…
Antes de lo que pensábamos volvió a ocurrir, otra vez estábamos rodeados de monstruos deformes, incluso de personas que adoraban a esas cosas, personas normales, como nosotros, ¿cómo habrán podido llegar a ese estado de locura demente?
Esta segunda vez no era como la primera, junto con aquellas deformes cosas, se levantó un viento gélido, con un sonido penetrante, como el susurrar de las hojas en otoño, pero en estas circunstancias no era nada agradable ese sonido, es más, era aterrador. Aquel inolvidable momento se introdujo en nuestra mente de una forma más intensa de la que podíamos soportar y a partir de ahí cualquier cosa que intentáramos hacer se volvía contra nosotros, o no conseguíamos realizarla o nos costaba la vida misma hacerlo. Bernard fue el primero en conseguir pasar página, sacar de su mente lo ocurrido y seguir hacia adelante con paso firme y seguro, poco a poco y sacando de nuestras cabezas el miedo a volver a escuchar ese fatídico susurro conseguimos seguir hacia delante, pero no fue fácil, hasta el incrédulo Joe fue a ver al Padre Palazuelos a la Iglesia del Sol para que con sus ánimos le ayudara a seguir en esta interminable lucha.
Gracias al cielo conseguimos sellar otro portal junto al Cementerio, pero el tiempo pasaba, la noche se oscurecía cada vez más y la niebla se intensificaba hasta un punto en el cual no podías casi ver a un metro de ti, sabíamos que faltaba poco tiempo para ocurrir aquello para lo que no estábamos preparados así que decidimos usar aquello que encontramos y que nos dijeron serviría para sellar el mal, un símbolo con una estrella de cinco puntas.
Mandy usó uno para sellar el portal de la Casa de la Bruja y Bernard usó otro para sellar el portal de la Cueva Negra, ninguno sabíamos lo que ocurriría pero nos esperábamos lo peor, Mandy acabó siendo atendida en el Manicomio de Arkham y Bernard en el Hospital de Santa María, seguramente de haberlo sabido se lo hubieran pensado dos veces, pero seguro que hubieran tomado la misma decisión, gracias a su coraje y valentía podemos seguir viviendo en Arkham, pero ¿hasta cuándo seguiremos seguros en esta ciudad?....
Sí que es verdad que el escenario es muy difícil y que necesitas algo de suerte para pasarlo, pero como podeis observar no es imposible, ya os digo que no acabamos en pocos turnos como en alguna partida que he leido por ahí, estuvimos unas 4 horas de juego y pasaron 17 turnos para conseguir sellar los portales, pero mereció la pena.
Aquí os dejo un seguimiento de lo más importante que ocurrió en la partida.
Turno 3 - Sellamos un Portal en Lo Innombrable
Turno 3 - Sacamos la carta de Mitos "Todo tranquilo en Arkham" la cual bendice a todos los investigadores - Estoy seguro de que gracias a esta carta conseguimos ganar la partida.
Turno 4 - Sellamos el segundo Portal en la Logia del Crepúsculo de Plata.
Turno 6 - Primera oleada de la partida, perdemos todos los investigadores la bendición que teníamos debido a la regla del susurro de las hojas, comenzamos a estar intranquilos con la situación.
Turno 8 - Sellamos el tercer Portal en el Bosque.
Turno 9 - Una Semilla Estelar destroza a Paul G. Red, cae inconsciente y es trasladado al Hospital de Santa María, perdemos el Farol, la Motocicleta y la Derringuer para toda la liga.
Turno 10 - Segunda oleada de Monstruos. Todos malditos. Aquí empieza el verdadero estrés de la partida. A partir de aquí, antes de sacar una nueva carta de Mitos rezábamos todo lo que sabíamos para poder seguir, por suerte no teníamos muchos Portales abiertos y ya teníamos tres zonas selladas.
Turno 11 - Bernard Navas pierde la Maldición en el mantenimiento.
Turno 12 - Paul G. Red pierde la Maldición en el mantenimiento.
Turno 13 - Mandy Thompson pierde la Maldición en el mantenimiento y conseguimos sellar el cuarto Portal en el Cementerio.
Turno 14 - Joe Diamond se quita la Maldición en la Iglesia del Sol.
Turno 15 - Darrell Simons pierde la Maldición en el mantenimiento.
Turno 16 - Mandy Thompson usa un Símbolo Arcano para sellar el quinto Portal en La Casa de la Bruja, debido al uso de la carta se queda a 0 de cordura y es trasladada al Manicomio. No pierde ningún objeto ya que no tenía ninguno encima en ese momento.
Turno 17 - Bernard Navas usa otro Símbolo Arcano para sellar el sexto y último Portal en al Cueva Negra.
La verdad es que los dos símbolos arcanos los teníamos desde los primeros turnos, pero queríamos mantenerlos todo lo posible, incluso intentar mantenerlos para el segundo escenario, pero al final el nivel de perdición del primigenio nos obligó a utilizarlos, porque si no hubiera despertado de su letargo y posiblemente, sin dudarlo, hubiera acabado con nosotros.
Os dejo un par de fotos de la sesión de juego.
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joer...y yo que tengo uno muerto de risa, regalo de mi mejor amiga...a ver si un dia de estos le doy caña, porque el juego promete.
ResponderEliminarFelicidades, el escenario era más complicado de lo que parecía a priori pero veo que fuisteis directamente a por los portales que se abren más a menudo con el juego básico. Sin duda ya estáis curtidos en este juego para saber eso, je je.
ResponderEliminarEban, este año espero poneros complicada la liga xDD
ResponderEliminarTogemura, no dejes el juego guardado, es de lo mejorcito que hay, e incluso tienes la posibilidad de jugar en solitario. Te aconsejo que lo pruebes cuanto antes y si puedes conseguir alguna que otra expansión mejor que mejor.
Que bien me lo pase en el escenario, a ver esta noche que tal se nos da el 2º.
ResponderEliminarMe esta picando el puto juego, al final tendreis que regalarmelo para mi cumple...jajaja.
Un saludo.